ESPACIOS NATURALES MADRILEÑOS

La naturaleza madrileña, como la propia comunidad autónoma que la alberga, es, por fuerza,

territorialmente pequeña, pero densa, múltiple y variada en sus constrastes. Cinco millones de habitantes en

torno a una de las mayores urbes europeas es un factor indudablemente problemático a la hora de enfocar la

conservación, declaración y gestión de sus diversos espacios naturales. En síntesis, dos son las grandes líneas

de problemas madrileños. En primer lugar, la polución industrial y urbana sobre sus ríos, afluentes del Tajo, un

auténtico atentado ecológico crónicamente establecido tanto en el llamado Callejón de Henares como en el

Jarama medio. En segundo lugar, la explosión urbanística de los habitantes de la ciudad en busca de su segunda

residencia, que lleva llenando anárquicamente, desde hace más de dos décadas el espacio rural madrileño. (